Los protagonistas del escándalo de corrupción en la justicia

Gustavo Moreno, José Leonidas Bustos y Francisco Ricaurte: estos son los rostros del episodio que sacude a la Corte Suprema.

Redacción Judicial
21 de septiembre de 2017 - 02:14 a. m.
En este escándalo están involucrados un exfiscal Anticorrupción, dos exmagistrados y uno activo de la Corte Suprema de Justicia, tres senadores y un excongresista. / Archivo, Semana y Twitter
En este escándalo están involucrados un exfiscal Anticorrupción, dos exmagistrados y uno activo de la Corte Suprema de Justicia, tres senadores y un excongresista. / Archivo, Semana y Twitter
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La justicia colombiana atraviesa uno de los momentos más complicados de la historia. El terremoto del escándalo de corrupción en la Corte Suprema no cesa, y los indicios de que exmagistrados de ese alto tribunal se confabularon con abogados para sobornar a personas investigadas siguen apareciendo. Para la muestra un botón, este martes, el exfiscal Luis Gustavo Moreno estuvo en la Corte y afirmó que del soborno que le pidió a Musa Besaile por $2.000 millones sabían el magistrado que llevaba el caso, Gustavo Malo, y el exmagistrado Francisco Ricaurte.

Este, que bien podría ser el “8.000 de la justicia”, es un episodio que tiene la reputación del sistema judicial por el piso. En las últimas semanas ha sido el tema más mencionado en las columnas de opinión y en los titulares de los espacios informativos. José Leonidas Bustos y Malo tienen indagaciones preliminares en la Comisión de Acusación; Ricaurte podría ser investigado por la Fiscalía. La controversia por este asunto de sobornos sigue sobre la mesa.

Luis Gustavo Moreno

Con 36 años de edad, Moreno es uno de los principales rostros de este escándalo, y símbolo a la vez de una gran paradoja: pasó de ocupar la jefatura anticorrupción de la Fiscalía a ser investigado por el supuesto acto corrupto de pedirle más de $500 millones al exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons, a cambio de entorpecer las investigaciones en su contra. Moreno fue pedido en extradición por Estados Unidos, pues el delito se habría cometido en Miami, y él mismo le pidió a la Corte Suprema que acelere ese trámite.

Al parecer, Gustavo Moreno era la “bisagra” entre los presuntos promotores de la red de corrupción en la Corte Suprema, los exmagistrados Francisco Ricaurte y José Leonidas Bustos, y los investigados, como el senador Musa Besaile, quien aceptó haber pagado $2.000 millones a Moreno en 2015 a cambio de frenar una orden de arresto en su contra por parapolítica, expediente que está en el despacho del magistrado Gustavo Malo desde mayo de 2014. Este martes, en la Corte Suprema, Moreno afirmó que Gustavo Malo y Francisco Ricaurte estaban enterados del soborno a Besaile. (Gustavo Moreno dice que Ricaurte y Malo sabían de sus "andanzas" en caso Besaile)

José Leonidas Bustos

Estuvo en la Corte Suprema de 2008 a 2016, fue presidente de la Sala Penal en 2012 y 2013 —nunca un magistrado había repetido presidencia— y fue presidente del alto tribunal en 2015. Con base en interceptaciones que hizo la DEA de conversaciones entre Gustavo Moreno, su socio Leonardo Pinilla y Alejandro Lyons, la Fiscalía anunció el pasado 15 de agosto que había indicios de que Bustos podría estar comprometido en el mayor delito que podría cometer un juez: actuar no según su conciencia y las leyes, sino movido por el dinero. Según la versión de Musa Besaile, Moreno le pidió dinero en nombre de su “papá”, quien sería el exmagistrado Bustos. (Investigación contra Gustavo Moreno por corrupción aterrizó en la Corte Suprema)

Este martes, sorpresivamente -pues no ha aparecido en medios desde que estalló el escándalo-, Bustos apareció en la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes, donde estaba citado el senador Besaile. El congresista no apareció, por lo cual no se dio el “cara a cara” que se esperaba, pero Bustos alcanzó a expresar lo que fue su primera declaración pública ante el peor escándalo que ha vivido la Corte Suprema: “Por supuesto que soy inocente”. (El paz y salvo que pidió José Leonidas Bustos para irse de la Corte Suprema)

Francisco Ricaurte

Fue magistrado de la Sala Laboral de la Corte Suprema entre 2004 y 2012, y presidente del alto tribunal en 2008. Según el testimonio de Musa Besaile, él conoció a Gustavo Moreno porque se lo presentó Ricaurte, quien le habría indicado que sólo Moreno era el adecuado para manejar su proceso por parapolítica. Este martes, en la Corte Suprema, Moreno ratificó esa versión y dijo que Ricaurte, al igual que Gustavo Malo -considerado “ficha” de Ricaurte-, estaban al tanto de sus “movidas”. (Fiscalía confirmó captura del exmagistrado Francisco Javier Ricaurte)

Ricaurte se había postulado para ser magistrado del Tribunal Especial de Paz, motivado, según sus propias palabras, por el “déficit de derechos y también de justicia en el país”. Este lunes se supo que no fue llamado a entrevista. En su despacho de la Judicatura , muestran los registros oficiales, recibió varias veces al senador Álvaro Ashton, quien supuestamente también habría pagado dinero para influir en un proceso suyo en la Corte -lo cual él niega con vehemencia-. Allí también recibió a Gustavo Moreno y su esposa, Carolina Rico Rodríguez. (Leonidas Bustos y Francisco Ricaurte, los poderosos de la Corte Suprema)

Gustavo Malo

Llegó a la Corte Suprema en 2012 y fue presidente de la Sala Penal el año pasado. Es el único magistrado en ejercicio involucrado, por ahora, en este escándalo, y decidió permanecer en su puesto al menos mientras decide si se retira o no de su cargo como se lo pidieron las tres salas de la Corte. Malo, además, enfrenta otro problema: su hija Yara va a ser imputada por extorsión, pues, según la Fiscalía, ayudó a que nombraran a una amiga suya como fiscal a cambio del 20 % de su sueldo. (Gustavo Malo: ahí está y ahí se queda)

Malo tenía en su despacho los casos de Musa Besaile y de Julio Manzur hasta la semana pasada, cuando, tras la solicitud de su retiro, optó por declararse impedido en esos expedientes. Manzur ha señalado que Gustavo Moreno lo buscó desde antes de ser capturado en enero de 2015 por parapolítica, para tratar de “arreglar” su caso. La versión del excongresista es que él se negó a tomar en cuenta los “servicios” de Moreno y que éste, luego del arresto del exsenador, lo volvió a buscar cobrando una tarifa de $2.000 millones, a lo que Manzur se volvió a negar. (Comisión de Acusación abre investigación formal contra magistrado Malo)

Musa Besaile

El senador cordobés, con la votación más alta del Partido de la U en las últimas elecciones (más de 145.000 votos), sigue siendo por el momento el único que ha aceptado haberle pagado un soborno a Gustavo Moreno de $2.000 millones para influir en su expediente por parapolítica. Su versión fue refrendada por quien era su abogado en ese momento, Luis Ignacio Lyons, quien se supone fue quien entregó el dinero a Moreno, y por el propio Moreno. (“Gustavo Moreno era un extorsionista profesional": Musa Besaile)

Besaile, cordobés de nacimiento, está siendo investigado en la Corte Suprema de Justicia por estos supuestos pagos que, según él dijo, salieron de un préstamo hecho con un amigo empresario. El exgobernador Alejandro Lyons le dijo otra cosa a la Fiscalía: que por lo menos $600 millones salieron de recursos públicos de Córdoba, desviados a través de actos corruptos. (La vez que la Corte Suprema no quiso investigar a Musa Besaile)

Los del Congreso

Hernán Andrade es el presidente del Partido Conservador, Álvaro Ashton representa al Partido Liberal y ambos están en el Congreso desde 1998 y 2002, respectivamente. Estos dos congresistas han rechazado que hayan entregado plata a Gustavo Moreno para influir en investigaciones en su contra, aunque, de acuerdo con las interceptaciones de la DEA, Leonardo Pinilla admitió ante Alejandro Lyons que Andrade había pagado $2.300 millones para favorecerse con respecto a ciertos procesos en la Corte Suprema, y Ashton habría pagado $300 millones con el mismo propósito.

El expediente más grave que se manejó en la Corte contra Andrade fue la investigación que le abrió la Corte por haber recibido $250 millones de Armando Cabrera, cerebro del desfalco de Cajanal, dos días antes de las elecciones parlamentarias en 2006. En 2010, ya era investigado formalmente por enriquecimiento ilícito, fraude procesal y falsedad en documento privado. En 2014, con Gustavo Moreno como su defensor, la Corte Suprema precluyó el expediente.

Andrade, como Ashton, tienen una indagación preliminar por los manejos irregulares que se les habrían dado a los bienes de la Dirección Nacional de Estupefacientes, tema que poco o nada ha avanzado en la Corte Suprema. Existen registros de visitas de ambos a Francisco Ricaurte en su despacho en el Consejo Superior de la Judicatura.

Por su parte, el exsenador Luis Alfredo Ramos fue elegido por el movimiento Equipo Colombia en 2002, con más de 230.000 votos. También ha negado cualquier soborno e incluso solicitó que se levantara la reserva de su proceso. Ramos fue llamado a juicio por parapolítica, y Gustavo Moreno era su defensor.

Por Redacción Judicial

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