Nairo Quintana, gigante en la primera semana del Tour de Francia 2018

El líder del Movistar salió muy fuerte de los días que favorecían a sus rivales.

Rafael Mendoza / Especial para El Espectador
15 de julio de 2018 - 09:56 p. m.
Tras la novena etapa del Tour de Francia 2018, el ciclista colombiano Nairo Quintana ocupó la casilla 21 de la general.  / AFP
Tras la novena etapa del Tour de Francia 2018, el ciclista colombiano Nairo Quintana ocupó la casilla 21 de la general. / AFP
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“Allí, sobre los pedruscos con enormes huecos entre ellos, la táctica deja paso a la suerte y a la habilidad. Y al coraje de alguno, como Nairo, pequeño pero feroz para defender su posición y darle fuerte a los pedales. Fue una sensación casi surrealista. A pocos kilómetros de Roubaix, el día más alejado de su educación y su cultura ciclista, Nairo salió a frenar un ataque de Froome a la salida de un pavés, como si aquello fueran sus Pirineos o las piedras grandes de Villa de Leyva, el único pavés cercano a Tunja. Fue la transformación de un gran corredor. Y él y todos se sintieron gigantes”. (Lea: Rigoberto Urán, el más damnificado de la etapa de pavé del Tour de Francia)

Con este párrafo el especialista en ciclismo del diario El País de España, Carlos Arribas, deja ver la sensación que hoy deben tener los aspirantes al título que ya están enterados de que Quintana está más fuerte que nunca, muy cerca en tiempo y resuelto a pelearle a muerte el título a Chris Froome. El británico ya sabe que el único que lo puede privar de un título que lo igualaría en victorias a Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Induráin es el pequeñín boyacense de un Movistar que se erigió como el equipo más fuerte al llegar al primer día de descanso. 

Nueve días de angustia, de superar los peligros que acechaban en cada curva, en cada racha del viento, en cada caída masiva y en cada corte del pelotón, quedaron este domingo atrás con una demostración de fortaleza y de ganas sobre los pavés del norte que son ahora una amenaza para todos los rivales del corredor colombiano. Únicamente un incidente mecánico el primer día, en el que pinchó las dos ruedas, le hicieron perder segundos que ahora tratará de recuperar en sus dominios, los Alpes y los Pirineos, que aparecerán a partir de este martes. Cambia el decorado y así mismo se espera que desde la primera jornada de montaña, la décima etapa que se corre este martes, traiga un revolcón en las clasificaciones porque ahora los que van a aparecer no serán los embaladores, ni los mastodontes que ocupaban la parte delantera del lote en estos nueve primeros días de carrera. (Puede leer: Fernando Gaviria fue sancionado en la octava etapa del Tour de Francia)

La jornada en la que el líder del Movistar puede correr algún peligro será la de este martes, porque Froome y el equipo Sky saben que después de la violenta lucha que se ha presentado en el llano, las piernas de los escaladores están tocadas por el uso continuo de relaciones muy pesadas. Ya lo ha atacado en el pasado en esa primera etapa de montaña en tres ocasiones y siempre ha conseguido soltarlo para ganarse tiempo precioso. Pero, en esta ocasión parece que las cosas son distintas ya que en la misma etapa dominical en la que se esperaba que el Sky barriera en los pavés el que puso el paso al frente fue el Movistar, que no solamente consiguió que Nairo y Valverde llegaran en el primer grupo sino que además realizó casi una hazaña al lograr que Landa sólo perdiera siete segundos tras una persecución frenética, ya que en una caída se retrasó cerca de un minuto.

La del martes será una fracción bien complicada con un premio de alta categoría en la Montee du Plateau Desgrieres, con seis kilómetros al 11,2 por ciento y tres de primera en el kilómetro 43, en el 130 y en el 144, tras los que se enfrentará un descenso de 14 kilómetros hasta la meta. El miércoles en una etapa corta de 108 kilómetros tendrán que pasar dos altos fuera de categoría pues se sale subiendo hasta el kilómetro 26 donde está la Montee de Bissanne y luego se llegará, en el kilómetro 57 al Col de Pre para terminar subiendo a la meta en La Rosiere tras 17,6 kilómetros al 5.8 por ciento. (Lea también: El Tour de Francia de 2018, una versión a la antigua)

Y el jueves una etapa que Nairo ha querido ganar para repetir la hazaña de Luis Herrera en 1.984, la que llega a L´Alpe H Huez por esas durísimas curvas en las que se impuso el corredor de Fusagasugá, con tres premios de alta categoría en el Col de la Madeleine, en el Col de la Croix de Fer y en la meta.

Si ello no es suficiente en la última semana, hay que pasar tres días de alta montaña en los Pirineos entre las que se destaca la jornada 17, que quizás sea la que defina la carrera, la más corta de las etapas en línea de los últimos años, con solo 65 kilómetros entre Bagneres de Luchon y Saint-Laury Soulan, en la que se encontrarán los ascensos al Col de Peyresourde, al Col de Val Louron-Azet, los dos de primera y en la llegada, fuera de categoría. 

Desde este martes los colombianos seguiremos a otro gran protagonista que ya no será Fernando Gaviria, al que le quedan dos ocasiones de obtener su tercera victoria de etapa, sino Nairo Quintana que tiene la posibilidad de volver trizas los lotes en los ascensos y de hacernos soñar con el amarillo en los Campos Elíseos.

Vea aquí el análisis de la novena etapa del Tour de Francia por Jhon Jairo Osorio: 

Mal día para Rigoberto Urán en la novena etapa del Tour de Francia 2018. Ahora está en la posición 22 a 2'53" del líder Greg Van Avermaet. Nairo Quintana se ubica 21 a 2'50". Análisis de Jhon Jaime Osorio.

Posted by El Espectador on Sunday, July 15, 2018

Por Rafael Mendoza / Especial para El Espectador

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