Lo que todos saben y callan de las elecciones en Risaralda
Vicepresidencia, Fiscalía, Ministerio de Defensa y Policía están al tanto del dinero del narcotráfico que está financiando a algunos aspirantes que, a la fecha, siguen haciendo campaña. A la par, la principal casa política está apostando por varios de ellos para conservar el poder.
Laura Angélica Ospina / @LaurisOspina
“Nos dijeron que hay indicios de presencia de dinero del Cartel del Norte del Valle en una campaña a la Alcaldía de Pereira. No queremos volver a lo que vivimos en el país en la década de 1980. Estamos muy preocupados”. Esas fueron las palabras de Juan Pablo Gallo, alcalde de la capital risaraldense, cuando el pasado 11 de octubre declaró oficialmente que la mano del narcotráfico está inmiscuida en las candidaturas del departamento. Así mismo hizo el gobernador Sigifredo Salazar, quien afirmó que “ya hay una actuación del Estado para investigar la procedencia de los posibles dineros dudosos”, que están bajo reserva de sumario en la Fiscalía.
(Lea: Coaliciones enredadas, sombras políticas y divisiones del ala alternativa en Manizales)
Con más antelación lo manifestó de igual forma la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez. El pasado 26 de septiembre, en Pereira, expresó: “No dejen que la plata del narcotráfico interfiera en esta campaña electoral. Hay muchos rumores, ojo, no podemos dejar que el Eje Cafetero termine en manos de criminales. Hay mucho en juego en estas elecciones”.
Pese a que se están destapando las ollas podridas de las campañas en pleno conteo regresivo para los comicios regionales, para nadie es un secreto —ni un invento, ni rumor— que las votaciones en Risaralda están en riesgo, y con ellas, entidades como el Hospital Universitario San Jorge y Aguas y Aguas, y la Empresa de Acueducto, que han sido el fortín para robar los dineros públicos.
Son cuatro candidatos que bus can la Gobernación y ocho la Alcaldía de Pereira y, entre todos, la tendencia muestra que el primer cargo se lo disputan entre Víctor Manuel Tamayo y Diego Naranjo, y el segundo entre Carlos Maya y Mauricio Salazar. Y, al menos cinco de las 10 fuentes consultadas, que por seguridad pidieron no ser citadas, afirmaron que los dineros ilegales se encuentran en alguna de esas campañas.
(Lea también: Bucaramanga, alcaldía por "fotofinish")
“Estoy denunciando alrededor de hace seis meses la presencia de la ilegalidad en estas elecciones. En marzo, un investigador de la Fiscalía local me dice ‘tengo que advertirle: tenemos información de que alias Capitán Mira está financiando la campaña de Mauricio Salazar’. Luego, un investigador de la Sijin me dijo lo mismo: ‘ojo, Mira está metido en la política risaraldense”, aseguró un funcionario y político reconocido en Pereira.
De hecho, según esa fuente, José Ignacio Mira, alias Capitán Mira o Gafas, fue un tiempo el enlace negociador entre los capos del Cartel del Norte del Valle, la DEA y el Gobierno. Así mismo, es un hombre con un “inmenso poder político. Se dice que él hoy es el gamonal de las alcaldías de Obando, Cartago y Alcalá, en el Valle del Cauca”, reiteró. Incluso la Fundación Paz y Reconciliación registró hace unos días que respalda la candidatura de Nydia Lucero Ospina López, su suegra, a la Alcaldía de Obando.
Sobre la presunta incidencia de este “narco” en la campaña de Salazar, la fuente añadió un testimonio más: “El alcalde Gallo me dijo exactamente lo mismo, que trató de llegar a la campaña de Carlos Maya (considerado su candidato). Pidió un espacio para participar en esa campaña, pero dijeron que ni de riesgos. De ahí, Capitán Mira se va a la campaña de Salazar. Puse este conocimiento a disposición del fiscal general, la Vicepresidencia, el Ministerio de Defensa y al director general de la Policía. Es un tema que se escucha en todas las esquinas de Pereira y en el mundo político”.
Mauricio Salazar es un nombre sonado en la política local. Antes de aspirar a la Alcaldía y ser la fórmula electoral de Víctor Manuel Tamayo, candidato a la Gobernación, fue representante a la Cámara por el Partido Conservador, pero faltando unos meses para terminar su periodo en el Capitolio, abandonó el cargo y su militancia por desacuerdos sobre la labor de congresista y con el partido. Es el esposo de María Irma Noreña, exgerente de Aguas y Aguas, señalada de corrupción, pero quien nueve años después tiene cero sanciones, investigaciones y procesos. “Fue víctima de una persecución política. La aseguradora que la cubría cuando era gerente le dio una millonaria indemnización por el daño a su buen nombre. Es que es muy fácil señalar y denunciar, pero luego nadie entra a reparar ese daño”, le dijo Salazar a El Espectador.
(Le recomendamos: Las estructuras del poder en Santander)
Fundó el movimiento Primero Pereira y con el coaval de la Alianza Social Independiente (ASI) espera salir vencedor de las urnas el próximo 27 de octubre. De hecho, es quien lleva la delantera en las encuestas, pese a que se presenta como independiente y lo acompaña un partido con poca injerencia política en una tierra que se ha debatido entre el liberalismo y el conservatismo.
Sin embargo, otra fuente conocedora de a la candidatura de Salazar calificó las declaraciones anteriores como falsas. “Nadie ha dicho que es Mauricio quien recibe esos dineros ilegales. Eso se lo inventaron los de la otra campaña (la de Maya), porque aquí es un secreto a voces que los contactos del Cartel del Norte del Valle los tienen los Merheg”, sostuvo.
“No hay una sola acusación ni publicación oficial de ninguna entidad que me acuse a mí, es una campaña negra en contra mía porque vamos punteando en las encuestas”, afirmó Salazar a este diario.
Así mismo, otra fuente explicó: “Eso lo están haciendo desde la Gobernación y la Alcaldía, porque esas casas políticas están perdiendo el poder. El alcalde y el gobernador están diciéndole a las entidades de control por debajo de la mesa que Víctor Manuel Tamayo y Mauricio Salazar son los que están recibiendo esos dineros, pero lo hacen porque son la fuerza contraria y posiblemente ganen. Eso hace parte de una campaña de desprestigio”.
En efecto, el portal de chequeo de datos Colombia Check aclaró que si bien entidades afirmaron sobre estos dineros ilegales, no mencionaron nombres propios. En ese sentido, salió una supuesta noticia de W Radio que señalaba a Salazar en unas supuestas declaraciones de la vicepresidenta Ramírez, pero que terminó siendo un montaje.
Pese a las acusaciones de un lado y del otro, lo cierto es que Salazar no es el único envuelto en mantos de dudas. Carlos Maya, candidato del Partido Liberal con coavales del Partido Conservador, MIRA y Colombia Renaciente, es la ficha del continuismo de Juan Pablo Gallo. Aunque al alcalde los pereiranos le han aprobado su gestión y la construcción de una infraestructura importante para la ciudad, le critican haber llegado al poder con la “palanca” de la Casa Merheg, la conocida, cuestionada y desgastada fuerza política que ha puesto alcaldes y gobernadores en la última década en Risaralda. Hoy no se habla de que esta campaña cuente con el espaldarazo del narcotráfico, pero sí de que funcionarios de la Alcaldía estarían haciendo acciones en favor de su candidatura.
“Uno no entiende porque no se han manifestado las autoridades frente a todo lo que está pasando acá. Las secretarías de la Alcaldía están haciéndole campaña a Maya y lo están haciendo de frente. Y tiene a los contratistas a su favor. Además, él es la fórmula de Diego Naranjo, que va por la Gobernación y quien tiene el apoyo de los conservadores, es decir, de la Casa Merheg. Gallo y los conservadores están con él. Entonces tiene la maquinaria”, expresó un político de la región.
La crisis de los Merheg
La política risaraldense de los últimos años ha estado ligada al conservatismo y, dentro de ese partido político, a la llamada Casa Merheg. Esta cuenta con Habib, fundador de Cable Unión de Occidente, una empresa de concesionario de cable por suscripción (y otras compañías más de telecomunicaciones), quien luego entró al Senado. Luego de pasar más de 10 años en el Líbano, fugado de la Corte Suprema de Justicia, entidad que lo estaba investigando por sus nexos con paramilitares como Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, volvió al país y está intentando entrar a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Por el otro lado está Sammy Merheg, su hermano, heredero de su caudal electoral y senador de la República por el Partido Conservador: de 47.000 votos que sacó en su primera aspiración al Congreso, pasó a tener 81.000 apoyos en la tercera. Con su poder, la Casa Merheg ha participado en las elecciones regionales de la última década. “Los conservadores en Risaralda están en crisis. Primero, porque los políticos aquí nunca estuvieron de acuerdo con que Habib se tomara el partido, y segundo, por los escándalos de los gobernantes de los Merheg, que están investigados, señalados o, casi todos, presos”, afirmó una persona que lleva registro de la actualidad pereirana.
Se trata de los siguientes funcionarios: Fernando Muñoz, exalcalde de Dosquebradas, que está preso. Al igual que Henry Arias, exalcalde del municipio de Santa Rosa de Cabal; de Alejandro Martínez, también exalcalde de Santa Rosa; y de John Jairo Lemus, exsecretario de Desarrollo Social de Pereira. A su vez, la corrupción ha permeado al Hospital San Jorge, de Pereira, que ha tenido más de tres gerentes en cuatro años, todos de la cuerda de los Merheg.
(Alcaldía de Cali, una elección fragmentada por maquinarias, voto de opinión e indecisos)
“Los Merheg están perdiendo fuerza en el departamento (...) pero tienen plata para meterle a las campañas. Por eso están invirtiendo oficialmente en la de Diego Naranjo a la Gobernación, pero se dice que por debajo de cuerda también lo están haciendo en la de Víctor Manuel Tamayo, que dejó el conservatismo pero que fue el primer gobernador que pusieron los hermanos de ascendencia libanés”, dijo otro pereirano inmerso en la política.
Según esa persona, las apuestas de los partidos van así: Naranjo es la ficha de los conservadores (y por ende de los Merheg) y cuenta con coavales de los liberales y el MIRA. Además, tiene el sector del Centro Democrático de Iván Naranjo y César Gómez, que lo apoyan abiertamente, a pesar de tener a Eduardo Cardona como candidato del uribismo.
(La maquinaria media la elección a la Gobernación del Valle)
Por el otro lado está Víctor Manuel Tamayo, que según voces de la región fue llamado por Habib para ser el candidato conservador, pero al final escogieron a Naranjo. De ahí, Tamayo consiguió el aval de Colombia Justa-libres para lanzarse, y los apoyos de la ASI, Mais, Cambio Radical, Partido de la U, un sector de los azules llamado el Nuevo Conservatismo y la facción de Bernardo Mesa y Juan Manuel Álvarez del Centro Democrático. Sin embargo, voces cercanas a la campaña de Tamayo, como un concejal que pidió no ser citado, afirmó que los Merheg también estarían con él. “Solo que la gente no puede saberlo”, expresó.
“Nos dijeron que hay indicios de presencia de dinero del Cartel del Norte del Valle en una campaña a la Alcaldía de Pereira. No queremos volver a lo que vivimos en el país en la década de 1980. Estamos muy preocupados”. Esas fueron las palabras de Juan Pablo Gallo, alcalde de la capital risaraldense, cuando el pasado 11 de octubre declaró oficialmente que la mano del narcotráfico está inmiscuida en las candidaturas del departamento. Así mismo hizo el gobernador Sigifredo Salazar, quien afirmó que “ya hay una actuación del Estado para investigar la procedencia de los posibles dineros dudosos”, que están bajo reserva de sumario en la Fiscalía.
(Lea: Coaliciones enredadas, sombras políticas y divisiones del ala alternativa en Manizales)
Con más antelación lo manifestó de igual forma la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez. El pasado 26 de septiembre, en Pereira, expresó: “No dejen que la plata del narcotráfico interfiera en esta campaña electoral. Hay muchos rumores, ojo, no podemos dejar que el Eje Cafetero termine en manos de criminales. Hay mucho en juego en estas elecciones”.
Pese a que se están destapando las ollas podridas de las campañas en pleno conteo regresivo para los comicios regionales, para nadie es un secreto —ni un invento, ni rumor— que las votaciones en Risaralda están en riesgo, y con ellas, entidades como el Hospital Universitario San Jorge y Aguas y Aguas, y la Empresa de Acueducto, que han sido el fortín para robar los dineros públicos.
Son cuatro candidatos que bus can la Gobernación y ocho la Alcaldía de Pereira y, entre todos, la tendencia muestra que el primer cargo se lo disputan entre Víctor Manuel Tamayo y Diego Naranjo, y el segundo entre Carlos Maya y Mauricio Salazar. Y, al menos cinco de las 10 fuentes consultadas, que por seguridad pidieron no ser citadas, afirmaron que los dineros ilegales se encuentran en alguna de esas campañas.
(Lea también: Bucaramanga, alcaldía por "fotofinish")
“Estoy denunciando alrededor de hace seis meses la presencia de la ilegalidad en estas elecciones. En marzo, un investigador de la Fiscalía local me dice ‘tengo que advertirle: tenemos información de que alias Capitán Mira está financiando la campaña de Mauricio Salazar’. Luego, un investigador de la Sijin me dijo lo mismo: ‘ojo, Mira está metido en la política risaraldense”, aseguró un funcionario y político reconocido en Pereira.
De hecho, según esa fuente, José Ignacio Mira, alias Capitán Mira o Gafas, fue un tiempo el enlace negociador entre los capos del Cartel del Norte del Valle, la DEA y el Gobierno. Así mismo, es un hombre con un “inmenso poder político. Se dice que él hoy es el gamonal de las alcaldías de Obando, Cartago y Alcalá, en el Valle del Cauca”, reiteró. Incluso la Fundación Paz y Reconciliación registró hace unos días que respalda la candidatura de Nydia Lucero Ospina López, su suegra, a la Alcaldía de Obando.
Sobre la presunta incidencia de este “narco” en la campaña de Salazar, la fuente añadió un testimonio más: “El alcalde Gallo me dijo exactamente lo mismo, que trató de llegar a la campaña de Carlos Maya (considerado su candidato). Pidió un espacio para participar en esa campaña, pero dijeron que ni de riesgos. De ahí, Capitán Mira se va a la campaña de Salazar. Puse este conocimiento a disposición del fiscal general, la Vicepresidencia, el Ministerio de Defensa y al director general de la Policía. Es un tema que se escucha en todas las esquinas de Pereira y en el mundo político”.
Mauricio Salazar es un nombre sonado en la política local. Antes de aspirar a la Alcaldía y ser la fórmula electoral de Víctor Manuel Tamayo, candidato a la Gobernación, fue representante a la Cámara por el Partido Conservador, pero faltando unos meses para terminar su periodo en el Capitolio, abandonó el cargo y su militancia por desacuerdos sobre la labor de congresista y con el partido. Es el esposo de María Irma Noreña, exgerente de Aguas y Aguas, señalada de corrupción, pero quien nueve años después tiene cero sanciones, investigaciones y procesos. “Fue víctima de una persecución política. La aseguradora que la cubría cuando era gerente le dio una millonaria indemnización por el daño a su buen nombre. Es que es muy fácil señalar y denunciar, pero luego nadie entra a reparar ese daño”, le dijo Salazar a El Espectador.
(Le recomendamos: Las estructuras del poder en Santander)
Fundó el movimiento Primero Pereira y con el coaval de la Alianza Social Independiente (ASI) espera salir vencedor de las urnas el próximo 27 de octubre. De hecho, es quien lleva la delantera en las encuestas, pese a que se presenta como independiente y lo acompaña un partido con poca injerencia política en una tierra que se ha debatido entre el liberalismo y el conservatismo.
Sin embargo, otra fuente conocedora de a la candidatura de Salazar calificó las declaraciones anteriores como falsas. “Nadie ha dicho que es Mauricio quien recibe esos dineros ilegales. Eso se lo inventaron los de la otra campaña (la de Maya), porque aquí es un secreto a voces que los contactos del Cartel del Norte del Valle los tienen los Merheg”, sostuvo.
“No hay una sola acusación ni publicación oficial de ninguna entidad que me acuse a mí, es una campaña negra en contra mía porque vamos punteando en las encuestas”, afirmó Salazar a este diario.
Así mismo, otra fuente explicó: “Eso lo están haciendo desde la Gobernación y la Alcaldía, porque esas casas políticas están perdiendo el poder. El alcalde y el gobernador están diciéndole a las entidades de control por debajo de la mesa que Víctor Manuel Tamayo y Mauricio Salazar son los que están recibiendo esos dineros, pero lo hacen porque son la fuerza contraria y posiblemente ganen. Eso hace parte de una campaña de desprestigio”.
En efecto, el portal de chequeo de datos Colombia Check aclaró que si bien entidades afirmaron sobre estos dineros ilegales, no mencionaron nombres propios. En ese sentido, salió una supuesta noticia de W Radio que señalaba a Salazar en unas supuestas declaraciones de la vicepresidenta Ramírez, pero que terminó siendo un montaje.
Pese a las acusaciones de un lado y del otro, lo cierto es que Salazar no es el único envuelto en mantos de dudas. Carlos Maya, candidato del Partido Liberal con coavales del Partido Conservador, MIRA y Colombia Renaciente, es la ficha del continuismo de Juan Pablo Gallo. Aunque al alcalde los pereiranos le han aprobado su gestión y la construcción de una infraestructura importante para la ciudad, le critican haber llegado al poder con la “palanca” de la Casa Merheg, la conocida, cuestionada y desgastada fuerza política que ha puesto alcaldes y gobernadores en la última década en Risaralda. Hoy no se habla de que esta campaña cuente con el espaldarazo del narcotráfico, pero sí de que funcionarios de la Alcaldía estarían haciendo acciones en favor de su candidatura.
“Uno no entiende porque no se han manifestado las autoridades frente a todo lo que está pasando acá. Las secretarías de la Alcaldía están haciéndole campaña a Maya y lo están haciendo de frente. Y tiene a los contratistas a su favor. Además, él es la fórmula de Diego Naranjo, que va por la Gobernación y quien tiene el apoyo de los conservadores, es decir, de la Casa Merheg. Gallo y los conservadores están con él. Entonces tiene la maquinaria”, expresó un político de la región.
La crisis de los Merheg
La política risaraldense de los últimos años ha estado ligada al conservatismo y, dentro de ese partido político, a la llamada Casa Merheg. Esta cuenta con Habib, fundador de Cable Unión de Occidente, una empresa de concesionario de cable por suscripción (y otras compañías más de telecomunicaciones), quien luego entró al Senado. Luego de pasar más de 10 años en el Líbano, fugado de la Corte Suprema de Justicia, entidad que lo estaba investigando por sus nexos con paramilitares como Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, volvió al país y está intentando entrar a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Por el otro lado está Sammy Merheg, su hermano, heredero de su caudal electoral y senador de la República por el Partido Conservador: de 47.000 votos que sacó en su primera aspiración al Congreso, pasó a tener 81.000 apoyos en la tercera. Con su poder, la Casa Merheg ha participado en las elecciones regionales de la última década. “Los conservadores en Risaralda están en crisis. Primero, porque los políticos aquí nunca estuvieron de acuerdo con que Habib se tomara el partido, y segundo, por los escándalos de los gobernantes de los Merheg, que están investigados, señalados o, casi todos, presos”, afirmó una persona que lleva registro de la actualidad pereirana.
Se trata de los siguientes funcionarios: Fernando Muñoz, exalcalde de Dosquebradas, que está preso. Al igual que Henry Arias, exalcalde del municipio de Santa Rosa de Cabal; de Alejandro Martínez, también exalcalde de Santa Rosa; y de John Jairo Lemus, exsecretario de Desarrollo Social de Pereira. A su vez, la corrupción ha permeado al Hospital San Jorge, de Pereira, que ha tenido más de tres gerentes en cuatro años, todos de la cuerda de los Merheg.
(Alcaldía de Cali, una elección fragmentada por maquinarias, voto de opinión e indecisos)
“Los Merheg están perdiendo fuerza en el departamento (...) pero tienen plata para meterle a las campañas. Por eso están invirtiendo oficialmente en la de Diego Naranjo a la Gobernación, pero se dice que por debajo de cuerda también lo están haciendo en la de Víctor Manuel Tamayo, que dejó el conservatismo pero que fue el primer gobernador que pusieron los hermanos de ascendencia libanés”, dijo otro pereirano inmerso en la política.
Según esa persona, las apuestas de los partidos van así: Naranjo es la ficha de los conservadores (y por ende de los Merheg) y cuenta con coavales de los liberales y el MIRA. Además, tiene el sector del Centro Democrático de Iván Naranjo y César Gómez, que lo apoyan abiertamente, a pesar de tener a Eduardo Cardona como candidato del uribismo.
(La maquinaria media la elección a la Gobernación del Valle)
Por el otro lado está Víctor Manuel Tamayo, que según voces de la región fue llamado por Habib para ser el candidato conservador, pero al final escogieron a Naranjo. De ahí, Tamayo consiguió el aval de Colombia Justa-libres para lanzarse, y los apoyos de la ASI, Mais, Cambio Radical, Partido de la U, un sector de los azules llamado el Nuevo Conservatismo y la facción de Bernardo Mesa y Juan Manuel Álvarez del Centro Democrático. Sin embargo, voces cercanas a la campaña de Tamayo, como un concejal que pidió no ser citado, afirmó que los Merheg también estarían con él. “Solo que la gente no puede saberlo”, expresó.